martes, julio 19, 2005

A construir

Para mi Veltiuhtli
Mis archivos conservan celosamente los innumerables relatos de tu figura benefactora. Siempre fuiste uno de los pocos pueblos que me aceptaron tal cual yo era y nunca dudaste en mandar tus ejércitos a defenderme de las hostilidades que me rodearon por ser diferente.

Mis calles, chuecas y sin traza, a ti más bien te parecían simpáticas y hasta románticas. Cuando la autoridad, dizque por cumplir los mandamientos de la ordenanza enviaba sus máquinas demoledoras para hacer de mí una aburrida cuadrícula, tú, ni tardo ni perezoso, movías cielo, mar y tierra para impedirlo.

Mis casas variopintas y sin estilo definido, tan criticadas por los ranchos aledaños, ante tus ojos no eran más que un conjunto armonioso. Tú sí que sabías hallarle el sentido a mi incoherente apariencia.

Mi centro, tan distinto a los otros, no te causaba repugnancia y hasta casi podría decir que lo encontrabas enigmático. Nunca me objetaste por tener ahí un apestoso pantano en lugar de la iglesia y del palacio municipal clásicos, y hasta me llegaste a pedir un poco de su lodo para aderezar tus edificios. Incluso, alguna vez me dijiste que no me preocupara por aquel turista que no valorara mi dinamismo y mi funcionalidad. Desde tu punto de vista, sólo aquél que estuviera dispuesto a contaminarse con el hedor, sería digno de pasearse por mis avenidas principales, de comprar en mis negocios y de disfrutar de la banda de música que toca los domingos.

Pero un día el invasor te sitió y mis harapientos soldados no fueron capaces de defenderte. Uno a uno fueron cayendo en el combate. Hasta mis oídos llegaron los rumores de la cruenta batalla que se desarrolló en tus terrenos. Hoy, tu silencio me dice que tus fuerzas se han agotado, que te has rendido. Con tristeza he presenciado cómo El Ixtilia , nuestro puente, se ha venido desmoronando pedazo a pedazo.

Ahora, a la distancia sólo me gritas que debo cambiar: que tengo que enderezar mis calles; que más me vale pintar mis casas de blanco; que urge drenar mi pantano y levantar en su lugar una gran torre. Ya no te reconozco, pero, para este pobre rancho bicicletero siempre serás la gran ciudad que todo lo ilumina.

A la orilla del río Necaualiztli te espero para que codo a codo volvamos a levantar nuestro viejo puente. No me gusta estar lejos de ti.

Mucho te quiere…Tu Teicu.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me quedé mudo ante tanta bella metáfora. Que lindo para quien vaya dirigido, y como no tengo mucho más que agregar puesto que ya vez que me gusta más criticarte en otro tipo de textos, solo me resta decir: ¡¡¡felicidades!!!

Atte.
Mi medianoche es también mi mediodía

El leprosario dijo...

Zihuatl:

Si busca el amigo o el hermano perfecto, morirá sin conocer la amistad. Se que se trata de otra cosa, y espero que en esta obra su esfuerzo tenga los resultados deseados. No tengo que decirlo, pero me gustó mucho su composición, cabe destacar también que representa una nueva faseta de lo que le leído.

Saludos!!

Zihuatl dijo...

Medianoche, pos gracias por las porras; qué bueno que le agradó. Leprosario, me laten más los prietitos en el arroz, con lo cual quiero decir que no busco rodearme de gente "perfecta" y qué bueno que sepa que me refiero a otra cosa; y, con respecto a la incursión en este "tipo" de tirar un rollo, me parece que la escritura encierra tantas posibilidades, que nos permite tratar (aunque nunca lo consigamos por completo) de darles forma a nuestros sentimientos, sin que por ello tegamos que encajonarnos en estilos determinados. En esta ocasión, me permitió hablar de uno muy grande, y le estoy muy agradecida por ello.

Saludos a ambos...

Anónimo dijo...

Zihuatl:
No entiendo mucho el lenguaje que utilizas ni sé si es verdad lo que entiendo, pero siento como si hablaras de Plnlchc, pero luego me parece que hablaras de ncnftl, y siento una gran melancolía en tus palabras, pero al final una melancolía esperanzadora. Chidos tus rollos

Zihuatl dijo...

¡Hey!, "Yo ero", te sorprenderías si supieras la intención de la que doté a mis palabras. Yo te diría que aunque no sea "mi verdad" la que lees, no deja de ser una verdad: la tuya, y eso es lo que en realidad importa. La intención que le imprimes a tu lectura es lo que la construye y eso es lo chido del asunto.
Me dio mucho gusto encontrarte por aquí, no sabes cuánto. Y me encantó recordar nuestro "idioma" secreto, je.
Gracias por ser y estar. Te lo quiero un montón.
Ayosito...

Anónimo dijo...

Lo malo del asunto es que Teicu no se percata (o no quiere hacerlo) de que también a él lo han sitiado unos invasores, aunque de distinta ralea de los que lo hicieron con Veltiuhtli. Lo chido es que no se raja y está dispuesto a volver a levantar un puente que lo comunique con su admirada ciudad. Pero yo le diría a ese "rancho bicicletero" que no se engañe, que nunca podrá levantar el mismo viejo puente, aunque use los mismos materiales y lo nombre igual; aunque es lo madre, lo que importa es poder sortear al pinche Necaualiztli.

Zihuatl dijo...

Cherto mi filósofo, estoy de acuerdo con usted.

Cuando vea al Teicu le pasaré su mensaje.

Saludos...

Anónimo dijo...

de todo lo escito por aqui ,esto es lo mas hermoso digno de copiar y ponerlo en la pared de mi cuartome encanta sige igual,y para quien va dirigido deve de sentirse orgulloso(a)de que inspire a que le dediquen textos asi>>>>

Zihuatl dijo...

Chido mi Malo, gracias por su comprensión y apoyo. Por mi parte, estoy orgullosa de nuestro puente que, a pesar de lo largote, está construido con materiales extra-reforzados.

Besos

P.D. Perón por agobiarlo con mis penas.

Anónimo dijo...

Primero dejame decirte que siempre leo todo lo que escribes, y me deleito y sufro y lloro y anoro, porque para mi tu eres un ser especial y maravilloso al igual que la ciudad que sufrio el cambio, pero ponte a pensar que esa ciudad necesitaba agarrarse de algo para no quedarse vacia y derrumbarse pero no esta rendida solo esta agarrando fuerzas y por el puente no te preocupes que va a estar mas reforzado que nunca.

Te quiero en la distancia.

Zihuatl dijo...

¡Hey! Monte querido, gracias por leerme y por conmoverte con las burradas que dejo por aquí.

Sé que amas a Veltiuhtli y a Teicu un buen; y ellos te aman lo mismo. Tal vez te alarmaste por el relato que hablaba del derrumbamiento del puente que los mantenía en contacto cercano; pero déjame que te explique que sólo fue un momento doloroso en el que se magnificaron los hechos. Lo cierto es que confío en que pueden construir otro más fuerte e indestructible y le están echando ganas.

Monte bonito, te lo extraño y quiero mucho. Recibe muchos besos de mi parte, ¿vale?

P.D. La distancia es tan corta cuando te siento así de cerca.