No cabe duda que hay ciertas cosas en las cuales es mejor no pensar. Hoy me las di de valiente y me puse a pensar en mi pasado contigo. Craso error. Más me hubiera valido no hacerlo. Qué realidad tan desgarradora fue aquella con la que me encontré. ¡Qué abominable imagen! Me rehúso a identificarme con ese despojo que mi memoria recuperó.
Tus brazos aprisionaban algo en lo que me reconocía. Mas era como si no fuera yo, sino otra. Otra que era como yo, una mujer lisa, una sombra de mujer. Tenía relieve, se movía, parecía existir, gozaba, sufría, y, sin embargo, no era nada más que una sombra. Le faltaba vida.
Tus brazos aprisionaban algo en lo que me reconocía. Mas era como si no fuera yo, sino otra. Otra que era como yo, una mujer lisa, una sombra de mujer. Tenía relieve, se movía, parecía existir, gozaba, sufría, y, sin embargo, no era nada más que una sombra. Le faltaba vida.